20 Jul Una cooperativa quiere recuperar la estructura de un edificio abandonado en zona sur
En el Concejo Municipal piden impulsar la inédita iniciativa que solucionará los problemas de viviendas a unas once familias, en el barrio Saladillo
Por Claudio González
Un enorme inmueble de tres pisos ocioso hace aproximadamente 40 años frente al Parque Regional Sur alberga un sueño y un inédito proyecto autogestivo que daría solución habitacional a 11 familias rosarinas. La iniciativa fue gestada por la Cooperativa La Creciente, pero a pesar de un convenio marco firmado en 2019 entre la Municipalidad, titular del predio, el gobierno provincial y los propios interesados, la idea está empantanada. Por eso el Concejo Municipal elevó un pedido de informes al Ejecutivo local para que detalle por qué se demoran las mesas de diálogo previstas en el acuerdo, lo cual permitiría cristalizar el novedoso proceso productivo.
La crisis habitacional en Rosario y en Argentina no es nueva. La falta de oportunidades, créditos o financiamiento razonable para acceder a un techo, genera la expulsión constante de familias enteras hacia la periferia o localidades vecinas.
Como respuesta, la Cooperativa de Vivienda La Creciente impulsa desde 2012 un paradigma autogestivo y solidario para habitar la ciudad y la construcción de viviendas. Un modelo que tiene experiencias exitosas en Uruguay que se asienta en valores democráticos y de ayuda mutua, con el Estado como garante.
Para cristalizar el proyecto bajo ese paradigma, La Creciente , que en Rosario representa al Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI) de Argentina, puso manos a la obra. Identificó un inmueble ocioso hace más de 40 años ubicado en avenida Argentina 5720, corazón barrio Saladillo, frente al Parque Regional Sur.
Se trata de una construcción a medio terminar, con planta baja y dos pisos donde originalmente se proyectaron 12 viviendas, pero quedó en total estado de abandono. Hace unos años, su dueño lo cedió a la Municipalidad como parte de un mecanismo de compensación de grandes urbanizaciones.
La cooperativa, que integran personas y familias con recursos limitados para acceder a una casa, se propuso desandar el camino. Así, elaboró un proyecto colectivo de ayuda mutua que busca dar solución a un problema común muchísimos ciudadanos.
El primer paso fue presentar ante el Concejo el proyecto, elaborado por profesionales del MOI Rosario, y solicitar la transferencia del inmueble, lo cual se logró en 2018 con el consenso de todos los bloques del Palacio Vasallo. Se trata de una cesión precaria que se renueva automáticamente cada dos años, pero la idea era lograr la tenencia definitiva.
Luego de intenso trabajo de gestión y articulación con organismos locales y provinciales, y unos días antes de que finalice la gestión del gobernador Miguel Lifschitz, el 9 de diciembre de 2019, se firmó un convenio marco para el financiamiento de las obras a través de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo (Dpvyu). Además se estipulaba la creación de una mesa de trabajo, a la que debía convocar el municipio.
Pero el cambio de gestión dejó la inédita iniciativa en veremos, y desde el Concejo Municipal ahora quieren saber qué ocurrió con el convenio y las mesas de diálogo entre el Ejecutivo local, el gobierno provincial, el Concejo y la cooperativa. El pedido de informes, que ya había sido elevado en 2021, fue requerido nuevamente hace una semanas por la concejala socialista Verónica Irizar.
Inquilinos soñadores
Matías Alegrini, es médico, y su compañera, Berenice Polenta, arquitecta. Son inquilinos de toda la vida y referentes de la cooperativa que impulsa un modelo de producción social y autogestiva. “Vemos que hay buena voluntad política de concretar el proyecto, pero después del cambio de gestión, y en medio de la pandemia, se trabó en estructuras administrativas”, sintetiza Matías.
La pareja recuerda que en su momento se logró el visto bueno de todos los organismos. “A través del convenio, la Municipalidad nos cedía el terreno, el gobierno provincial financiaba el proyecto con un crédito que podríamos pagar, y nosotros poníamos el trabajo”, recuerdan.
Y a pesar de haber realizado múltiples gestiones, recién en 2021 pudieron retomar el diálogo con las autoridades. “El intendente Pablo Javkin nos dio su apoyo, y de igual modo la ministra Silvia Frana (Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat provincial), por eso entendemos que si hay observaciones al convenio, se tiene exponer en las mesas de trabajo, que es lo que no se viene convocando”, aclaró Matías.
La novedosa iniciativa parece pendular en dos posturas: mientras la Municipalidad espera que el gobierno provincial autorice el financiamiento, desde la Casa Gris entienden que primero se debe formalizar la cesión del inmueble a favor de la cooperativa, lo cual habilitaría avanzar en la hipoteca del crédito.
Para Berenice es importante aclarar que la propuesta “no es un proyecto llave en mano, es la cooperativa la que se hace cargo del proyecto, la construcción, el desarrollo. Además tenemos un proceso anterior que denominados «construcción sin ladrillos». Es pensar en otra lógica de convivencia, de generar espacios de vinculación con el barrio, pensar en la cuestión climática, la cultura, el ahorro energético”.
Viable y el Estado como garante
Los cooperativistas tienen la convicción que se trata de un modelo alternativo posible, pero que no se concibe sin una política pública que lo apuntale. “Estamos convencidos que es viable, pero articulado con el Estado como garante de derechos. No queremos ser expulsados de la ciudad como le ocurre a cientos de familias. Vamos a disputar este pedacito de tierra, y anhelamos que el modelo se replique”.
La semana pasada el Concejo municipal aprobó de pedido de informes presentado por la concejal Irizar para que el Ejecutivo local cumpla con el convenio y convoque a las mesas de trabajo entre áreas municipales, la Secretaría Hábitat de la provincia, las comisiones de Gobierno y de Planeamiento del Concejo, y la La Creciente.
El tramo de avenida Argentina al 5700 es una cuadra tranquila, donde el silencio solo se interrumpe de tanto en tanto por el canto de los pájaros dueños del parque Regional Sur, o por el motor de un auto. En esa porción del tradicional barrio Saladillo emerge el edificio de tres pisos abandonado. Entre sus paredes y vigas sin revocar, con ladrillos a la vista ennegrecidos y aberturas herrumbradas sin ventanas, 11 familias proponen trabajar para concretar el sueño colectivo de la vivienda digna.
Mientas lo mantienen seguro ante posibles ocupaciones ilegales, libre de basura y con algunas gallinas de un vecino, la cooperativa La Creciente dio un paso importante. Comenzará la construcción de un edificio complementario en el terreno de ingreso al predio, donde funcionará un espacio sociocomunitario para la primera infancia, abierto a todo el barrio. Es un proyecto propio, anexo a la viviendas, que comenzará a construirse en pocos días. La Municipalidad y el Ministerio Desarrollo Territorial de la Nación financiarán la iniciativa. También se harán mejoras de alumbrado público, de la red de agua y de veredas en toda la cuadra de avenida Argentina al 5700.
Proyecto de ley para la autogestión del hábitat
Las organizaciones y colectivos de hábitat de todo el país impulsan un proyecto para que el Congreso sancione la Ley Nacional de Producción Social Autogestionaria de Hábitat Popular, pero la iniciativa perdió estado parlamentario en dos oportunidades y se volvió a presentar hace unos meses. Según estimaciones de las organizaciones sociales, la crisis habitacional en Argentina afecta a 3 millones de hogares y a 9 millones de personas. Se estima que 1 de cada 5 viviendas habitables (18 por ciento) están ociosas.
Entre otras cuestiones, la ley propone la creación de un banco nacional de tierras que garantice suelo urbano fuera de las especulaciones inmobiliarias, una escuela nacional de autogestión, unidades productivas de hábitat integradas por cooperativas, asociación con mutuales y cooperativas de trabajo, incorporación de equipos técnicos interdisciplinarios y centrales de suministros para logística y materiales.