Alianza Pueblo Unido Por la Vida

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La Mesa Única de Dialogo en Penonomé están en Estado de Alerta Máxima frente al momento crítico que enfrentan Panamá. Reproducimos su comunicado a continuación.

Con el reinicio de la Mesa Única del Diálogo por Panamá, en la ciudad de Penonomé, este jueves 15 de septiembre, la Alianza Pueblo Unido por La Vida, considera importante informar a la población sobre la actitud del Gobierno Nacional, que lejos de mostrar voluntad de diálogo y negociación, opta por trancar la mesa llevando el diálogo a un punto crítico.


Durante el mes de julio, el Movimiento Popular Panameño protagonizó la más grande movilización de los últimos tiempos, que se prolongó por un mes y se extendió por todo el territorio nacional, expresando así, el hartazgo social ante las profundas desigualdades que permite una brutal acumulación de riquezas en pocas manos, mientras que la gran mayoría del pueblo panameño enfrenta serios problemas para cubrir sus necesidades vitales, debido al alto costo de los alimentos, combustible, medicamentos, otros productos y servicios. Estas acciones obligaron al Gobierno Nacional a instalar una Mesa Única de Diálogo bajo la facilitación de la Iglesia Católica, siendo este, el primer logro alcanzado por el movimiento popular.


Luego de más de cuarenta días de Diálogo, se han logrado importantes acuerdos que procuran brindar un alivio a la grave situación, para luego enfrentar en un escenario más amplio los problemas estructurales, que son las verdaderas causas de la pobreza, la desigualdad y la exclusión social, sin embargo, el Gobierno Nacional no ha cumplido la totalidad de los acuerdos, razón por lo que se requiere que el pueblo defienda los acuerdos alcanzados:

1.Que se mantenga en B/. 3.25 el precio del galón de combustible, el subsidio decretado fue por un periodo de tres meses que vencen a mediado de octubre.

2. Que se respete el acuerdo de la rebaja de un 30% de costo de la Canasta Básica Familiar saludable a través del control de precios de los 72 productos acordados.

3. Que se haga válida la disminución de los precios de medicamentos, se aumente el porcentaje y se amplíe a otras medicinas no incluidas, así como cumplirse con el abastecimiento de medicamentos en las entidades públicas sin privatización.

4. Que se incluya el equivalente del 6% del PIB al presupuesto de educación, que está determinado por ley para la educación pública y que para el presupuesto de 2023 no alcanza siquiera al 5.5% pactado en la mesa.

5. Que la comisión anticorrupción, no solo enumere los casos y los dé a conocer, hay que precisar que los responsables deben ir a la cárcel y devolver lo robado.

6. Que se dé un verdadero diálogo nacional sobre el futuro de la Caja de Seguro Social, acuerdo que está siendo desatendido por las autoridades correspondientes cuyo interés es mantener el diálogo de “Yo con Yo”.

7. Que se establezca una rebaja sustancial de la tarifa eléctrica a lo que se negó el sector gubernamental en la Mesa Única de Diálogo.

8. Que se establezcan las mesas intersectoriales y de seguimiento que deben resolver los disensos e incluir otras problemáticas sociales, no abordadas aún.


La vocería del movimiento popular, anteponiendo los intereses del pueblo panameño, hemos hechos grandes esfuerzos por generar un clima propicio para un diálogo que permita, resolver en lo inmediato las necesidades urgentes y que enfrente en una segunda etapa los problemas estructurales que generan desigualdades, exclusión y pobreza. Esta actitud coherente del movimiento popular ha sido malinterpretada por el Gobierno Nacional y los poderes económicos como una desmovilización y desarticulación del movimiento popular y basado en esa errada interpretación, han orquestado una serie de acciones en contra de los acuerdos y de la Mesa Única de Diálogo, que hoy intentan anular mediante subterfugios legales.


La actitud del Gobierno Nacional, incumpliendo los acuerdos y negándose a discutir los problemas estructurales del país, compromisos adquiridos con la iglesia católica; y la actitud del sector empresarial que se niega a acatar los decretos emitidos por el Gobierno Nacional, con una campaña permanente contra los dirigentes sociales, saboteando los acuerdos y presentado demandas contra los decretos que operativizan los acuerdos, son pruebas claras de que ambos sectores apuestan por una nueva confrontación social y desechan el diálogo social, como vía para garantizas la estabilidad económica, social y política.


Ante este escenario, queremos reiterar con firmeza, que el espacio de tranquilidad generado por el movimiento popular para crear condiciones de diálogo no es en absoluto una muestra de desmovilización y el conflicto latente puede volver a agudizarse, en la medida en que la mesa de diálogo se tranque, las calles también serán trancadas, para abrir los nuevos escenarios de lucha.


El movimiento popular ha demostrado que la difícil situación que enfrenta el pueblo panameño es consecuencia del modelo económico neoliberal, sostenido en distorsiones en el mercado, de los monopolios y los oligopolios, la evasión fiscal que generan exorbitantes márgenes de ganancia en el sector empresarial, el cual se impone y gobierna detrás del poder político.


De mantenerse esta actitud del Gobierno Nacional y del Sector Empresarial, corresponderá al pueblo panameño hacer frente a la imposición y la burla de los sectores dominantes por lo que hacemos un llamado a la movilización y emprender acciones contundentes, para defender lo logrado y para ir creando las condiciones de organización, unidad, conciencia, lucha y acumulación de fuerzas que nos permitan convocar una Asamblea Constituyente Originaria que transforme esta triste realidad y acabe con las injusticias sociales, la voracidad empresarial y la podredumbre de las instituciones.

ALIANZA PUEBLO UNIDO POR LA VIDA

¡Este pueblo no aguanta más! ¡Un pueblo unido jamás será vencido!

Panamá, 15 de septiembre de 2022