HISTORIA

A comienzos de los 90, más precisamente en setiembre de 1990, los compañeros de la Federación Uruguaya de Cooperativas por Ayuda Mutua (FUCVAM) invitan a organizaciones sociales de hábitat y algunas ONG de distintos países de Latinoamérica a participar de una Seminario-Taller para conmemorar sus 20 años de vida. Una semana de trabajo en las instalaciones municipales de Parque Rivera –al borde de cuyos bosques hoy se asientan felices y colectivamente 3 cooperativas autogestionarias– conformaron el primer ámbito en el cual iniciamos la puesta en común de nuestras diversidades de luchas y propuestas por la Construcción del Derecho a la Ciudad y del Derecho a la Vivienda.

 

Hacía muy poco tiempo –en el año 89– que el Partido de los Trabajadores del Brasil había dado uno de sus pasos fundamentales en su proceso de lucha, ganando la Prefectura de San Pablo, la que en una de sus primeras propuestas en el campo del hábitat popular planteó el diseño y puesta en ejecución de un Programa de Autogestión de 10.000 mutirones.

 

¿Quienes participamos de esa semana de trabajo e intercambio? 

 

Participó la organización anfitriona, la FUCVAM, en ese entonces con 20 años de existencia; compañeros de la Unión de Movimientos de Moradía de San Pablo (UMM); de la Federación Riograndense de Asociaciones Comunitarias y Barrios de Porto Alegre (FRACAB); Ceglatino, ONG que estaba trabajando en las tomas de tierras de Asunción del Paraguay junto al Comité de Iglesias e impulsaban la conformación de organizaciones de base; el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos de Buenos Aires (MOI), que había nacido a fines de los 80 en el marco del fenómeno de ocupaciones de edificios en la ciudad de Buenos Aires y que participó junto a la ONG Secretariado de Enlace de Comunidades Autogestionarias (Sedeca) y representantes de asentamientos de Quilmes y Avellaneda del Gran Buenos Aires y de la Coordinadora de Inquilinos de Buenos Aires (CIBA).

 

¿Qué experiencias traíamos? 

 

La FUCVAM puso en común sus 20 años de lucha por la vivienda popular –20 años que sincrónicamente se corresponden con el nacimiento y desarrollo del Frente Amplio en Uruguay– centrada, desde la existencia de un marco normativo nacional, en la organización cooperativa, en el impulso de políticas autogestionarias, en la propiedad colectiva y la ayuda mutua; 20 años de producción social del hábitat, materializada en la construcción de conjuntos habitacionales –hasta esos años generalmente de localización periférica– con fuertes equipamientos comunitarios expresión del sentido más esencial de su construcción: construcción de una cultura solidaria, colectiva, profundamente potenciadora del desarrollo humano.

 

La experiencia brasilera de la UMM traía el desarrollo del trabajo territorial que de modo confluyente realizaban las comunidades eclesiales de base en el marco de la construcción político-social impulsada por el PT, confluencia que motorizó la decisión de la Prefectura de San Pablo de diseñar y ejecutar un Programa de Autogestión de 10.000 mutirones como respuesta a las demandas de hábitat; también sus expresiones materiales fueron conjuntos de significativa escala en áreas dominantemente periféricas. La experiencia que se estaba impulsando en Asunción del Paraguay, todavía incipiente en ese momento, nos hablaba por un lado, del fenómeno de tomas de tierras en las comunas periféricas y de los intentos de asumir la experiencia cooperativa para comenzar a encarar la problemática habitacional; y por otro, de experiencias de lotes con servicios y procesos de autoconstrucción coordinados por el Comité de Iglesias.

 

El MOI de Buenos Aires lleva su embrional experiencia, cooperativa y autogestionaria, en áreas centrales de la ciudad; experiencia y características inherente y emergentes al propio fenómeno de ocupaciones de edificios, que ponía en cuestión tanto la radicación en el interior de la ciudad –el Derecho a la Ciudad– como la recuperación patrimonial a través de intervenciones de rehabilitación edilicia.

 

¿Qué acordamos? 

 

En esa semana acordamos impulsar la creación de una articulación /red latinoamericana estructurada en base a los siguientes ejes: a) el enfrentamiento al neoliberalismo capitalista, b) la construcción de una red latinoamericana de organizaciones de base de vivienda popular, c) impulsar la instalación de políticas de autogestión y d) la incorporación de organizaciones con experiencia concreta en la producción social y material de vivienda y equipamiento comunitario, es decir organizaciones de base productoras sociales y materiales de hábitat popular. Consensuamos que la cita fundacional sería el año próximo en San Pablo, Brasil.

 

¿Cuál fue el desarrollo y la práctica concreta de la SELVIHP? 

 

SELVIHP –que incorpora la “H” de “hábitat” (inherente a su concepción no “techista”) como parte de su sigla en el Encuentro de Caracas, durante 2011– no es una red virtual; es una red material, real, motorizadora de políticas sectoriales de vivienda y hábitat de contenidos autogestionarios; generadora de nuevos colectivos que cotidianamente van arando y sembrando el camino de la construcción de poder popular para una Latinoamérica liberada (social, económica, cultural y políticamente) del neoliberalismo capitalista.

 

La Secretaría Latinoamericana de la Vivienda Popular incorporó en su desarrollo, además de los Encuentros Anuales y las Reuniones de Coordinación, un Sistema de Pasantías entre las organizaciones.

 

La trama de relaciones que se fue construyendo en el Sur fue impulsando la creación de nuevas organizaciones de base: en Asunción de Paraguay, Ceglatino dio paso en forma casi inmediata a la aparición e incorporación de la Coordinadora de Familias Sin Viviendas (COFASIVI)-; posterior y actualmente, la constante labor de capacitación y proyección internacionalista de FUCVAM impulsó la creación de las primeras cooperativas autogestionarias paraguayas. También sobre ese trípode inicial se motorizaron procesos de incorporaciones: en Argentina, el ingreso de las cooperativas de la Asociación de Entidades de Vivienda y Servicios (ASEVIS) de Mendoza; y en el VIII Encuentro de Belho Horizonte realizado en junio de 2000, se integra como representación nacional la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) –conformada en julio de 1998– e integrante de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).

 

La solidaridad internacionalista operó a través de Brigadas Solidarias de Trabajo que, entre otras acciones de similar carácter, vinieron desde FUCVAM a Argentina para apoyar las primeras experiencias en áreas centrales de ejecuciones autogestionarias en intervenciones físicas de rehabilitación edilicia.

 

Acciones de difusión pública de las propuestas sectoriales autogestionarias quedaron expresadas sistemáticamente en Seminarios realizados en Montevideo, San Pablo y Buenos Aires para exponer los ejes centrales de la SELVIP: Autogestión, Cultura Cooperativa, Propiedad Colectiva, Ayuda Mutua, Derecho a la Ciudad, Derecho a la Vivienda y Construcción de Una Ciudad Democrática Sin Expulsores Ni Expulsados. Participación e instalación internacional Asamblea Mundial de Pobladores de México DF en octubre de 2000 Promovido y organizado por HIC América Latina se realiza la Asamblea Mundial de Pobladores en México DF; las organizaciones integrantes de SELVIP participan activamente tanto de sus trabajos preparatorios como del propio evento. Las organizaciones populares participantes tomaron contacto directo con la construcción de la red latinoamericana de organizaciones.

 

Durante la primera década del siglo XXI, la SELVIHP se fue desarrollando e impulsando articulaciones en Perú y Ecuador, arribando en 2006 al Foro Social Mundial de Caracas, donde toma contacto con el proceso bolivariano chavista y, específicamente, con el recientemente constituido Movimiento de Pobladores y Pobladoras de Venezuela, que comenzará  a participar de maneras sostenida en SELVIHP, desarrollando un sector específicamente vinculado con el modelo autogestionario, de propiedad colectiva y ayuda mutua, los Campamentos de Pioneros.

 

La SELVIHP -que incorpora la H de “Hábitat”, inherente a su concepción no “techista”, como parte  de su sigla en el Encuentro de Caracas Venezuela, durante 2011- no es una red virtual: es una red material, real, motorizadora de políticas sectoriales de vivienda y hábitat de contenidos autogestionarios; generadora de nuevos colectivos que cotidianamente van arando y sembrando el camino de la construcción de poder popular para una Latinoamérica social, económica, cultural y políticamente liberada del  neoliberalismo capitalista.

 

Para el caso de Chile, en el año 2010 se reingresa a la secretaría y ya en el 2013 se firma un convenio de Colaboración con la Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda, también se firma convenio entre la red hábitat y el municipio de Valparaíso el año 2017, SELVIHP y la Red de Hábitat Popular Chile. Estos convenios buscan impulsar experiencias autogestionarias en vivienda, instalando la discusión del movimiento cooperativo, su recuperación histórica y el modelo autogestionario como opción ante la crisis de la política habitacional empresarial del “modelo chileno”.  La Cooperativa de Vivienda Ñuke Mapu representa la oportunidad de concretar una experiencia piloto y aportar al impulso de políticas de producción autogestionaria de hábitat.

 

En Panamá, se trabaja desde el año 2016 con la organización Movimiento Comunal Nacional Federico Britton -MOCONA- quién trabaja con familias campesinas y urbanas de tres comunas de Panamá.

 

De este modo, la SELVIHP, se transformó en una idónea herramienta de trabajo para apoyar y construir nuevos marcos normativos que impulsan y dan cobertura a las políticas de autogestión del hábitat en América latina. En tal sentido, acompañó el proceso de creación del Ministerio de las Ciudades y  la conformación del Programa Mi Casa, Mi vida Entidades en Brasil, la Mesa de Trabajo en la Legislatura de Buenos Aires que trabajó durante todo el año 1999 para “parir” la Ley 341 de Autogestión y Emergencia Habitacional, promulgada en abril del año 2.000, su modificatoria  964 del año 2002 y otras reformas provinciales y locales,  las reformas normativas de Venezuela a partir de 2011, en particular impulsar la identificación y recuperación de inmuebles ociosos para operatorias populares y  la creación de un programa de créditos colectivos autogestionarios en el marco de la Gran Misión Vivienda. Al mismo tiempo, Selvihp fortaleció el desarrollo e impulso de organización popular.  En la actualidad sus organizaciones miembro de Argentina, Brasil y Venezuela impulsan marcos normativos nacionales de producción autogestionaria del hábitat como herramientas que interpelan, a la vez,  el fortalecimiento de la organización popular y la transformación de las estructuras y normas estatales.